Buon apetito (I)

En Italia existen una gran variedad de establecimientos en los que poder llevarse algo al estómago, a continuación os detallo alguno de ellos:

Oatería, una tasca en la que sirven preferentemente el vino del país. A veces también hay algo que comer.

Trattoría, un pequeño restaurante económico, suelen ser casi siempre empresas familiares. En las grandes ciudades, tras el nombre trattoría se esconde muchas veces locales caros, pero no tan buenos. Lo mejor es que la gente del lugar recomiende un buen restaurante.

Ristorante, es un restaurante con una gran variedad en su carta. Una comida completa consiste en pasta, arroz o sopa (primo), un plato de carne o pescado (secondo), fruta, queso o postre.

Si sólo se quiere comer un plato de spaguetti o un secondo, vaya a una tavola calda, un restaurante de autoservicio. Es posible que tambien tenga que pagar por el coperto, el cubierto.

Bar, el bar es el lugar dónde los italianos toman su espresso, macchiato, cappuccino o aperitivo a cualquier hora del día, y toman unas tapas en la barra o en la mesa.

Paninoteca, un lugar en el que sirven bocadillos fríos o calientes. Es frecuentado por la gente joven.

Heladerías, se cuenta que en Italia se elabora helado desde el siglo XVII. En muchas grandes urbes italianas, desde Milán hasta Palermo, hay heladerías con una gran tradición, que llevan funcionando desde finales del siglo XIX.

A parte del helado, también ha helado semihelado. Estos pueden ser tartas heladas que se guardan en las vitrinas refrigeradas.